Hay estadísticas con cifras muy reveladores que reflejan el  grave problema de la sociedad actual con familias disfuncionales, donde el sentido de responsabilidad y paternidad se ha perdido por completo y que desgraciadamente se le está mostrando a las generaciones actuales. 

Pero para quienes son valientes y capaces de tomar el reto, será un gran triunfo el poder demostrar que el Dios en quien confiamos, es el que nos fortalece y ante grandes retos, siempre nos dará las mejores victorias. Para esta generación que se está levantando es necesario que quienes llevamos las riendas, nademos contra corriente y les 

mostremos el camino correcto por el que deben seguir. 

Debemos apegarnos siempre al modelo de familia que Dios diseño para el hombre y hacérselo saber a nuestros niños. En cuanto a valores, de igual manera, es necesario sembrarlos en su corazón. 

El criar hijos sin darles una formación en valores, servirá de 

poco para ayudar a hacer de este un mundo mejor. El inculcar valores es un reto para valientes, 

los niños y niñas necesitan la instrucción y orientación correcta las veces que sean necesarias para reforzar su conducta, así mismo, comunicarles lo que se espera de ellos en la casa, en la escuela y en su entorno en el que se desempeñan. Cada uno tiene un rol importante que cumplir, cada uno está en el equipo. Cada uno tiene una participación en el resultado final. 

Como en todo gran torneo, tendremos momentos de retos, pero como equipo debemos ponernos la camiseta y demostrar que podemos. 

Infundamos en nuestros niños valores como el amor, el respeto, la tolerancia, la honestidad, entre otros muchos más y estaremos seguros que los resultados como equipo serán de campeonato.